noticias

D-GLUCOSA Y MONOSACÁRIDOS AFINES COMO MATERIAS PRIMAS

PARA ALQUIL POLIGLICÓSIDOS

Además de la D-glucosa, algunos azúcares relacionados pueden ser materiales de partida interesantes para sintetizar alquilglicósidos o alquilpoliglicósidos. Mención especial merecen los sacáridos D-manosa, D-galactosa, D-ribosa, D-arabinosa, L-arabinosa, D-xilosa, D-fructosa y L-sorbosa, que se encuentran con mayor frecuencia en la naturaleza o pueden ser producido a escala industrial. Están disponibles a precios comparativamente bajos y, por lo tanto, son fácilmente accesibles como materias primas para la síntesis de alquilglicósidos tensioactivos, en concreto alquil D-manósidos, alquil D-galactósidos, alquil D-ribosidos, alquil D-arabinósidos, alquil L-arabinósidos, alquil xilósidos, alquil D-fructósidos y alquil L-sorbósidos.

La D-glucosa, también conocida como glucosa, es el azúcar más famoso y la materia prima orgánica más común. Se produce a escala industrial mediante hidrólisis del almidón. La unidad de D-glucosa es el componente principal del polisacárido vegetal, la celulosa y el almidón y la sacarosa doméstica. Por lo tanto, la D-glucosa es, con diferencia, la materia prima renovable más importante para la síntesis de tensioactivos a escala industrial.

Se pueden aislar hexosas distintas de la D-glucosa, tales como D-manosa y D-galactosa, a partir de materiales vegetales hidrolizados. Las unidades de D-manosa se encuentran en los polisacáridos vegetales, los llamados mananos, procedentes de nueces de marfil, harinas de guar y semillas de algarroba. Las unidades de D-galactosa son un componente principal de la lactosa, el azúcar de la leche, y además se encuentran frecuentemente en la goma arábiga y las pectinas. Algunas pentosas también son fácilmente accesibles. La conocida D-xilosa se obtiene hidrolizando el polisacárido xilano, que puede derivarse en grandes cantidades de madera, paja o conchas. La D-arabinosa y la L-arabinosa se encuentran ampliamente como constituyentes de las gomas vegetales. La D-ribosa está unida como unidad de sacárido a los ácidos ribonucleicos. del ceto[1]hexosas, la D-fructosa, un componente de la sacarosa de caña o de remolacha, es el sacárido más conocido y más fácilmente accesible. La D-fructosa se produce como edulcorante a granel para la industria alimentaria. La L-sorbosa está disponible a escala industrial como producto intermedio durante la síntesis industrial del ácido ascórbico (vitamina C).


Hora de publicación: 21-jun-2021